Inteligencia, clave en la detención de “El Chapo”
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 24, Feb 2014Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
- Administración sin leyes con FCH
A fines del año pasado, al señalar que atender el problema de la delincuencia organizada y disminuir la violencia en nuestras comunidades no es fácil y mucho menos cuando por años las autoridades fueron omisas o porque le entraron al tema sin estrategia, sin coordinación interinstitucional y sin inteligencia, hicimos el comentario en el sentido de que a un año de la administración de Enrique Peña Nieto habían datos esperanzadores de que el gobierno federal “ahora sí está tomando al toro por los cuernos en este delicado asunto”.
No pasó mucho tiempo para confirmar nuestro dicho, Michoacán vive hoy momentos de transformación y poco a poco sus pobladores han recuperado la paz de la que carecieron los últimos diez años y apenas hace un par de días nos enteramos de la captura del narcotraficante conocido como “El Chapo”, el delincuente más buscado del país.
Y saben qué, en la ejecución gubernamental estas acciones cuentan con dos elementos clave: inteligencia y coordinación interinstitucional.
Y es que en la captura de “El Chapo”, al igual de muchas otras acciones de la que nos hemos enterado contra los grupos delincuentes, los trabajos de inteligencia y coordinación interinstitucional han salido a relucir en los operativos policiacos, pues sí ya de por sí constituye un éxito la detención de los delincuentes, más lo es que se hagan “sin un solo disparo” y sin daños colaterales, como ya era una práctica y casi un protocolo mediático en administraciones pasadas.
Y sí, hoy vemos que en el combate y la prevención de los delitos la inteligencia está jugando un papel fundamental porque para nadie era desconocido que diagnósticos serios sobre el tema señalaban que los sistemas de inteligencia estaban fallando y aunado a ello existían altos grados de desconfianza y descoordinación entre las dependencias encargadas de la seguridad pública.
Por supuesto que la detención de un delincuente, se llame como se llame, no debe provocar que las autoridades bajen la guardia en sus acciones y estrategias de combate contra la inseguridad y la prevención de los delitos, no, pero tampoco podemos dejar de reconocer los buenos resultados que en la materia han conseguido de manera coordinada las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, así como la Procuraduría General de la República y, por supuesto, la Secretaría de Gobernación a través de la Comisión Nacional de Seguridad y el Centro de Investigación para la Seguridad Nacional (Cisen).
Al contrario hay que apoyar esas acciones, ya que si la clave es la inteligencia y la coordinación interinstitucional, pues adelante, hay que seguir esa ruta que aún falta mucho por recorrer en todo el país.
PASO SIN VER.- Vaya mordida de lengua que se ha de haber dado el ex Presidente de la República, Felipe Calderón, cuando hace unos días expresó que “México aún no es un país de leyes”, en el contexto de una cobertura informativa que hizo de una cena privada donde el ex mandatario realizó esta serie de reflexiones y que se celebró el pasado 12 de febrero, en el Club de Industriales, donde relanzó su Fundación Desarrollo Humano Sustentable.
Así, aunque la nota refiere que dicha frase fue utilizada para hacer una deliberación sobre problemas de marginación, de ignorancia y miseria que aún vive el país, lo cierto es que la frasecita aplica perfectamente para describir el comportamiento que tuvo su administración, donde la opacidad, la corrupción y falta transparencia en el manejo de los recursos públicos fueron el sello característico de la casa.
Entonces cuando Felipe Calderón señala que “México aún no es un país de leyes” pues tal vez se refiera al hecho de que no habiendo en su administración una ley como la que hace unos días se promulgó en materia de Transparencia, pues por ese motivo no tuvo el cuidado moral de supervisar el buen uso de los recursos públicos, aunque queda claro que como servidor público tenía la obligación y responsabilidad de rendir cuentas de cada peso gastado del erario gubernamental, pero no fue así.
Y para no ir muy lejos en el escrutinio sobre la falta de transparencia del manejo de los dineros públicos en el gobierno calderonista, sólo hay que revisar el informe que presentó la Auditoria Superior de la Federación (ASF) del ejercicio fiscal de 2012, donde se reportan serias irregularidades.
El Informe del Resultado de Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2012, señala que se desconoce el destino de 285 mil millones, al tiempo que documentó el uso incorrecto de 56 mil millones de pesos en las entidades fiscalizadas. También se reporta que, de los 2.2 billones de pesos, 1.5billones se utilizaron para pagar el costo de la deuda, en tanto que de los 726 mil millones restantes, 441 mil se utilizaron para cubrir el déficit presupuestario, pero precisa que se desconoce el destino de 285 mil millones.
No hay que olvidar que en otra entrega mencionamos lo que hoy en día se conoce como el monumento a la corrupción, aquella que en el marco de los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución se erigió sobre avenida Paseo de la Reforma, en la ciudad de México, donde primero se presupuestó una cantidad cercana a los 500 millones de pesos y al final se dijo que tuvo una inversión de alrededor de los 900 millones.
En fin, aunque los involucrados tendrán 30 días para aclarar lo que a su derecho convenga, podemos concluir con una analogía a lo expresado por don Felipe, su gobierno fue “una administración sin leyes”.